La incertidumbre económica y la vuelta de Trump generan riesgos y oportunidades para los inversores globales.
El inicio de 2025 llega con una advertencia clara para los mercados financieros: será un año de grandes riesgos para los inversores. Las sacudidas en las bolsas y los bonos a finales de 2024, impulsadas por las señales mixtas de la Reserva Federal sobre futuras tasas de interés, reflejan la incertidumbre que se avecina con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Los inversores enfrentan lo que llaman “riesgo bidireccional”: la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) continúe bajando las tasas, como Trump preferiría, o que, por el contrario, las aumente nuevamente si la inflación vuelve a dispararse. En cualquier caso, la volatilidad será la norma en los mercados financieros.