Por Constantinos C. Markides & Andrew McLennan🖊️
✈️ Un piloto una vez nos contó una historia sobre un accidente en un vuelo matutino de los años 50. Mientras el avión aceleraba para despegar, el capitán notó la expresión sombría de su ingeniero de vuelo y le dijo: “¡Anímate, George!” Pero en su estado de sueño, el ingeniero entendió “¡Sube el tren de aterrizaje, George!” — y levantó el tren de aterrizaje prematuramente. El avión se hundió en su fuselaje y se deslizó hasta detenerse, causando mucho daño. Afortunadamente, nadie resultó herido.