En el mundo empresarial, prevalece la idea de que “más grande es mejor” y que escalar es esencial para el éxito. Sin embargo, esta perspectiva tiene fallas que merecen un análisis profundo.
Durante años, el concepto de escalar ha dominado el mundo de las startups y corporaciones, considerado el santo grial del éxito. La creencia implícita es que si algo no escala, fracasa. Un claro ejemplo es un emprendedor que creó una red social popular, pero al no convertirse en una de las más grandes, percibió su negocio como un fracaso, pese a generar millones en ingresos y reunir comunidades activas. Casos similares se han señalado en proyectos como Rent the Runway, limitados por su naturaleza física y, por ende, por su capacidad de escalar.