Por Brieffy AI
Durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, mientras apoyaba al equipo de voleibol femenino de EE.UU. como psicólogo de rendimiento, Nicole Davis, una de las jugadoras clave, compartió conmigo la intensidad del sistema de retroalimentación que regía cada uno de sus movimientos como atleta olímpica: “Durante ocho años, cada balón que toqué o no toqué, cada decisión que tomé en la cancha, cada hora que pasé en el gimnasio ha sido observada y registrada. Todo se ha convertido en una medida de mi progreso y de mi potencial para estar en el podio olímpico”. Su vida era como vivir en una pecera, bajo constante observación.