Basado en el artículo de Luis Velasquez🖊️
En el entorno laboral, la inteligencia emocional (IE) puede ser una herramienta de doble filo. Aunque nos permite ser líderes compasivos y empáticos, también nos hace vulnerables a la manipulación emocional (ME). Un ejemplo claro de esto fue Sarah, quien se sintió obligada a asumir más trabajo del que podía manejar, impulsada por la culpa y el estrés, luego de que su jefe compartiera una historia personal para demostrar su compromiso con el equipo. Este tipo de manipulación no solo afecta el bienestar, sino también la productividad y las relaciones interpersonales en el trabajo.