El sándwich ha sido, durante décadas, el rey indiscutible del almuerzo británico. Sin embargo, una nueva tendencia está transformando esta tradición: las bebidas sustitutivas de comidas están ganando terreno como una alternativa práctica, económica y saludable para millones de personas en el Reino Unido.
Hace seis años, menos de uno de cada diez británicos consideraba comprar este tipo de productos, según una encuesta de YouGov. Incluso marcas estadounidenses como Soylent encontraron difícil establecerse en el mercado británico. Pero hoy, la historia es diferente. El mercado global de bebidas sustitutivas está valorado en alrededor de 14.000 millones de dólares, y el Reino Unido no es la excepción.