En el ámbito laboral y personal, el pesimismo ha sido aplaudido como sinónimo de inteligencia y precaución. Líderes como Andrew Grove, antiguo CEO de Intel, defendieron un enfoque centrado en prever problemas para garantizar el éxito en un mundo incierto. Este tipo de pensamiento, aunque útil, puede limitar el potencial creativo y la capacidad de innovación. Por el contrario, la esperanza emerge como una herramienta poderosa y estratégica para transformar organizaciones.
El poder estratégico de la esperanza
Escrito el 05/12/2024